Charles Robert Darwin fue un gran naturalistas del siglo XIX que pasó a la historia como uno de los científicos más influyentes de todos los tiempos por su teoría de la evolución a través de la selección natural, la cual se recoge en su famoso libro “El origen de las especies”, publicado en 1859 y tras el cual se armó un gran revuelo dentro de la comunidad científica y sobre todo en el ámbito de la iglesia, al poner en duda el origen de los seres vivos como creación de Dios.
Darwin nació el 12 de febrero de 1809 dentro de una familia acomodada en Shrewsbury, Inglaterra. Desde muy temprana edad, mostro un gran interés por el medio natural y por el coleccionismo.
Al igual que su padre Darwin comenzó como aprendiz de médico y estudió cirugía en la Universidad de Edimburgo, estudios que encontró profundamente aburridos y que despertaron en el otras inquietudes, haciendo que se interesara por la historia natural y la clasificación de los seres vivos. Intereses que cada vez se fueron haciendo más fuertes al leer trabajos de otros naturalistas que influenciaron su visión acerca de la evolución de las especies, las leyes naturales y la adaptación de los organismos. Estos hechos fueron la semilla que germinaría muchos años después en su teoría de la selección natural y “El origen de las especies”.
Pero sin duda el evento más importante que llevo a Darwin a formular esa idea fue su viaje en el Beagle.
El HMS Beagle zarpó de la bahía de Plymouth el 27 de diciembre de 1831, comenzando así un viaje que duro 5 años. Al mando del capitán Robert FitzRoy, el Beagle realizo una expedición por diferentes zonas de todo el planeta con la misión de realizar un levantamiento hidrográfico de las costas meridionales de América del Sur. Este fue el segundo viaje que realizo el HMS Beagle, el primero termino con el suicidio del anterior capitán, hecho que preocupaba tremendamente a FitzRoy, pues temía que su expedición en el Beagle acabara de la misma forma, y es que el estar al mando de un barco en estos viajes de tan prolongada duración hacía que los capitanes llevaran una vida muy solitaria, aislados del resto de la tripulación, situación que en algunos casos terminaba con el suicidio.
Es por ese motivo que FitzRoy propuso a Darwin que le acompañara en este viaje, pues pensó que sería de gran ayuda tener un naturalista experto en geología que pudiera ayudar en la misión del Beagle, pero sobre todo buscaba el tener un acompañante que le hiciera más ameno el viaje.
Durante este viaje Darwin, visito lugares tan diversos como Tenerife, Cabo Verde, Rio de Janeiro, Montevideo, Valparaíso, Lima, Galápagos, Sídney o Ciudad del Cabo.
En estos lugares estudio la geología y recogió los ejemplares que encontraba, recopilando todos sus hallazgos en un diario de viaje. Gracias a sus conocimientos sobre geología, botánica y entomología pudo tomar multitud de notas zoológicas de gran valor, localizar fósiles de grandes mamíferos y estudiar toda la diversidad de especies tanto animales como vegetales que encontraba a lo largo de la travesía. Pero si algo tenemos que destacar del viaje fue la llegada a las Galápagos y el descubrimiento de la gran variedad de pinzones que encontró allí.
Cuando el Beagle regresó el 2 de octubre de 1836, 3 años más tarde de lo previsto. Darwin se convirtió en toda una celebridad entre los círculos científicos, lo que le llevo a mudarse a Londres para dedicarse a su trabajo organizando y catalogando todas las muestras y colecciones que recolecto durante el viaje y a reescribir las notas que tomo en su diario. Durante este trabajo fue cuando el ornitólogo John Gould descubrió que todos los pinzones que Darwin encontró en las Galápagos eran especies distintas, hallazgo que le fue de gran ayuda posteriormente para explicar su teoría de la selección natural y como esta es la base de la evolución de las especies.
Sin embargo, tras varios hallazgos similares y continuos estudios, no conseguía terminar de escribir su libro y mucho menos se atrevía a publicarlo, hasta que recibió una carta en 1858 de Alfred Russel Wallace, un naturalista con gran experiencia de campo que posteriormente se conocería como “El padre de la biogeografía”. En esta carta Wallace expresaba que él también había llegado a unas conclusiones similares a las que Darwin había publicado en sus trabajos. Fue entonces cuando tras el impulso recibido por Wallace, ambos presentan la teoría de la selección natural y se publica el libro de “El origen de las especies”.
Esta teoría cambió por completo el modo de ver el proceso de evolución de las especies y permitió desarrollar multitud de teorías diferentes sobre como la naturaleza selecciona determinados caracteres genéticos y hace que las especies se adapten al medio en el que habitan.
Con este pequeño escrito, hago memoria de este gran científico en el día de su nacimiento. Naturalista que hizo grandes aportaciones al campo de las ciencias naturales, hasta el punto de ser reconocido como “El padre de la biología moderna”.